Isaías González explica simulación de Ricardo Anaya

22 de marzo de 2018

Como lo dijo claramente José Antonio Meade, “Ricardo Anaya es un candidato especializado en la simulación; simula recepciones, lo mismo que operaciones inmobiliarias”, afirmó Isaías González Nava, coordinador de la campaña de José Antonio Meade en Baja California Sur, al destacar que ahora se sabe que el abanderado de la coalición Por México al Frente también es señalado por falsificar documentos.

González Nava hizo referencia del diario español El País que publicó una investigación sobre el uso de documentos falsos en la compraventa de la nave industrial propiedad de Ricardo Anaya, a través del testimonio del abogado Salvador Cosío, un Notario que no reconoce su firma en los documentos utilizados.

Afirmó que la comunidad internacional, aún con un viaje reciente por Alemania y Chile, ya está al tanto de las mentiras de Ricardo Anaya, de las operaciones de su amigo Manuel Barreiro en un supuesto esquema de lavado de dinero, relatado a la PGR por las personas que fueron contratadas para proteger la identidad de quien ahora es candidato presidencial.

El coordinador estatal de la campaña de José Antonio Meade explicó que en julio de 2016 se constituyó la empresa Manhattan Master Plan para comprar la nave industrial a Ricardo Anaya, y los socios eran el chofer de Manuel Barreiro (Luis Alberto López) y la señora María Amada Ramírez Vega, ambos sin solvencia económica para esos negocios.

Sin embargo, para darle congruencia a la constitución de la empresa decidieron cambiar de accionistas por el arquitecto Juan Carlos Reyes, a quien Anaya dijo públicamente conocer, y fue en este cambio de accionistas donde se utilizaron los papeles falsos, de ahí que el notario Salvador Cosío haya levantado una denuncia ante las autoridades. Lo mismo ocurre con Humberto Hernández, contador de Barreiro y esposo de Amanda Ramírez, quien tampoco reconoce su firma.

Isaías González Nava sostuvo que el candidato de Por México al Frente no ha podido explicar estas complicidades, y en lugar de aclarar su patrimonio, insiste en levantar cortinas de humo como la semana pasada cuando acusó en los medios de comunicación que “un grupo de choque” lo esperaba en el aeropuerto a la llegada de su paseo por Europa.

“En síntesis, Ricardo Anaya no vendió su nave industrial al arquitecto Juan Carlos Reyes, sino a una empresa fantasma constituida por el chofer de Manuel Barreiro y la esposa de su contador, además, El País revela la falsificación de los supuestos documentos notariales, lo que contribuye para que el Frente siga debilitándose ante la ciudadanía”, concluyó.